Saltar al contenido
Portada » Comiendo plástico. Comemos el equivalente a una tarjeta de crédito por semana. ¿Qué hacer?

Comiendo plástico. Comemos el equivalente a una tarjeta de crédito por semana. ¿Qué hacer?

Los plásticos forman una parte central de nuestra vida. Están en los celulares, computadoras, autos, ropa, elementos de escritura, cosméticos, juguetes, utensilios de cocina, herramientas… y también en nuestra comida y agua.

8 millones de toneladas de plástico se vierten al océano cada año, equivalente a un camión de basura lleno por minuto. Lejos de reducirse, la generación de plástico está aumentando marcadamente. Se estima que para 2040 los desechos plásticos pueden ser de 29 millones de toneladas al año. Las principales fuentes de desechos plásticos son los plásticos de un solo uso (envases descartables, bolsas, sorbetes, envoltorios, etc) y fragmentos de redes utilizadas en la pesca a gran escala. El plástico que se vierte en los océanos es tanto que existen “islas de plástico” de miles de kilómetros, flotando. La más conocida es la “gran isla de basura del Pacífico, que tiene una superficie que triplica a la de Francia, formada por unas 79.000 toneladas métricas de plástico, la mayor parte equipo de pesca abandonado.

Degradación del plástico

El plástico se va degradando lentamente a lo largo del tiempo, por el uso, la radiación UV del sol, la exposición a diversas sustancias químicas, y el calor. Al degradarse, libera fragmentos muy pequeños, que se denominan microplásticos (MP) o nanoplásticos (NP). Los MP miden entre 1 micrón y 5 milímetros, mientras que los NP están en un rango de 1 a 1000 nanómetros.

Es fácil entender que los MP/NP, al ser tan pequeños y hallarse prácticamente en todos lados, ingresan fácilmente en la cadena alimentaria.

Se estima que una persona ingiere en promedio unos 250 gramos de plástico al año. Esto es el equivalente a comerse una tarjeta de crédito por semana.


¿Qué pasa cuando comemos plástico?

Una vez ingeridos, los MP/NP continúan siendo degradados por los procesos digestivos y por acción de la microbiota intestinal, liberando partículas más pequeñas. En el intestino, los MP/NP y sus productos de degradación son absorbidos y se liberan en la circulación. Los MP/NP se distribuyen en todo el organismo, y se acumulan en distintos órganos y tejidos. Se han hallado micro y nano plásticos en tejidos humanos, y también en la orina y la leche humana.

Muchos plásticos tienen además aditivos como el bisfenol A (BPA) o ftalatos, que cuando son ingeridos también se absorben, distribuyen y acumulan en el organismo.

Aunque aún no se conocen del todo los efectos para la salud de los seres humanos de los MP/NP, hay muchos estudios que muestran:

  • Alteraciones en la proliferación y muerte celular
  • Aumento de niveles de inflamación y estrés oxidativo
  • Alteración de la microbiota intestinal, y mayor permeabilidad
  • Alteración de la respuesta inmune
  • Acumulación en órganos y tejidos, incluyendo el hígado y las arterias.
  • Efecto disruptor endocrino: se refiere a alteraciones hormonales como del eje tiroideo y de las hormonas sexuales (esto asociado al BPA y los ftalatos)

Un estudio reciente estudió la presencia de MP/NP en las placas de ateroma presentes en las arterias carótidas de pacientes que se sometían a cirugía.  Se vio que la mayoría de ellos tenían plástico de diversos tipos en sus placas de ateroma, como se muestra en esta imagen de microscopio electrónico (las flechas negras muestran el plástico).

En este estudio, además, se realizó un seguimiento de casi 3 años de los participantes, y se observó que quienes tenían MP/NP en sus placas de ateroma tuvieron un riesgo 4.5 veces mayor de tener un evento cardiovascular (infarto, ACV, o muerte).

Aún faltan más estudios para evaluar el impacto real de los MP/NP en la salud humana, pero la evidencia con la que contamos actualmente no parece prometedora. Es prudente entonces intentar reducir la exposición a MP/NP.

Principales fuentes de micro y nanoplásticos

Hoy es imposible eliminar la exposición a micro y nano plásticos, pero podemos reducirla dentro de nuestras posibilidades. Conocer las principales fuentes de MP/NP es un paso importante:

Otro consejo sería intentar usar el menor plástico posible en contacto con alimentos o bebidas. Ir reemplazando los platos, vasos, contenedores, ollas, sartenes y utensilios de cocina por otros materiales (vidrio, acero, madera, cerámica, etc). Si se usa plástico, debe ser uno apto para alimentos, de buena calidad, que no sea viejo, ni esté rallado. ¡Los plásticos que son aptos para uso alimentario también liberan MP/NP!

Por último, intentemos usar menos plástico descartable en nuestra vida personal. Todo suma para reducir los desechos plásticos.


Ariel Kraselnik
Cardiólogo.
Director posgrado Nutrición Basada en Plantas – FCM UNR.
Presidente de la Sociedad Argentina de Medicina de Estilo de Vida (SAMEV).
Profesor adjunto de Fisiopatología e Investigador – Licenciatura en Nutrición – UCEL.
Líder Emergente -World Heart Federation.

Etiquetas:

2 comentarios en «Comiendo plástico. Comemos el equivalente a una tarjeta de crédito por semana. ¿Qué hacer?»

  1. Hola. Sería interesante dar pautas sobre formas, maneras, alternativas para evitar el contacto con los MP/NP. Porque tenemos la información pero no la manera de evitarlos o disminuir el contacto.

  2. Super interesante el artículo. Sorprendente como aún,tomando decisiones para una alimentación natural y saludable,no alcanza.Creo que queda la opcion de informarse y seguir avanzando para evitarlos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *